popularidad. Hoy en día, ciento doce años más tarde, el noventa y cuatro por ciento de los habitantes del mundo reconocen el logotipo y el producto de la Coca-Cola3. En ciento doce años, podemos alcanzar el mundo entero para obtener ganancias, pero no lo hemos podido hacer en dos mil años para la gloria de Dios. Una clara conciencia de que Cristo nos ha ordenado llevar el mensaje del Evangelio al mundo y nuestro fracaso para hacerlo son dos componentes clave del llamado misionero para muchos. La
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